domingo, diciembre 21, 2008

Magela Altier nos manda para compartir gracias

No me arrepiento de nada


Por Gioconda Belli escritora nicaragüense

Desde la mujer que soy
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido
las primorosas, hacendosas,
buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.

No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.

Odio sus amenazas en mi cuerpo.

La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.

Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.

Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de sus espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptaciòn universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.

Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.

En esta contradicción inevitable
entre lo debió haber sido y lo que es,
ha librado numerosas batalals mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí que reindo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos ,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos
y palabras juguetonas.

Porque de adulta me atrevì a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.

No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.

No me arrepiento de nada como dijo la Edith Piaf.

Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando,
veo a esas otras mujeres pujando,
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.

Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena

Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

Del libro "El ojo de la mujer" (1970-1990)

sábado, abril 19, 2008

Transgenicos un pesimo negocio


Un nuevo informe publicado hoy demuestra que la introducción de cultivos transgénicos está provocando un incremento en el uso de plaguicidas tóxicos en los principales países productores de cultivos biotecnológicos.

AVISO A LA PRENSA

Amigos de la Tierra Internacional

13 de Febrero de 2008


NUEVO INFORME: CULTIVOS TRANSGENICOS INCREMENTAN USO DE PLAGUICIDAS

En 2007 las promesas de los cultivos transgénicos continuaron sin cumplirse


ASUNCION (PARAGUAY) / BRUSELAS (BÉLGICA), 13 de febrero de 2008 -- Un nuevo informe publicado el 13 de febrero demuestra que la introducción de cultivos transgénicos está provocando un incremento en el uso de plaguicidas tóxicos en los principales países productores de cultivos biotecnológicos.[1]

El informe titulado “El incremento en el uso de plaguicidas” es la edición 2008 de la serie de informes de Amigos de la Tierra Internacional “¿Quién se beneficia con los cultivos transgénicos?”, y concluye que los cultivos transgénicos que hoy se comercializan en el mercado han provocado en términos generales un incremento, y no una disminución, en el uso de plaguicidas tóxicos.

Después de más de una década desde la introducción de los cultivos transgénicos, más del 70% de la superficie cultivada con estos cultivos biotecnológicos todavía se concentra en tan solo dos países: EE.UU. y Argentina.

“Los cultivos transgénicos aún no han generado los beneficios prometidos durante tanto tiempo. No son buenos para el medio ambiente ya que incrementan el uso de plaguicidas, y además, no ofrecen beneficios ni a los pequeños agricultores ni a los consumidores en términos de calidad y precio” declaró desde Nigeria Nnimmo Bassey de ERA/Amigos de la Tierra Nigeria.

A la fecha los cultivos transgénicos no han contribuido en nada a reducir el hambre y la pobreza ni en África ni en el resto del mundo.